En Norogachi los tambores anuncian la larga "batalla del bien contra el mal". Desde el Jueves Santo, y por más de 48 horas, la música y las danzas, casi de manera continua, se dejan oír y ver en este poblado serrano de Chihuahua. En los festejos, el Judas mestizo es humillado, apedreado, atravesado por lanzas y quemado en la hoguera
Los pintos también realizan una procesión hacia el cementerio. Aunque los ritos se enmarcan en la liturgia cristiana, "existe un sentido profundamente rarámuri, en el que tienen claro que al mundo hay que cuidarlo siempre y no permitir que se muera", dice la antropóloga Ana Paula Pintado
Un grupo de danzantes toma calor de una fogata en el atrio de la iglesia de la localidad, luego de bailar todo el jueves y la madrugada del viernes
Juan Sotelo, policía encargado del orden
Un pascola es maquillada en la casa del organizador de los festejos
El tesgüino, bebida tradicional
Un niño rarámuri danza con la comunidad
Procesión de mujeres con la virgen de Dolores
Un pinto y un lancero jalonean a Judas, muñeco de pasto seco vestido de mestizo
La jornada 19 abril 2006
FOTO José Carlo González