Lacandones. Cuatro generaciones de músicos y cantadores del norte de la selva lacandona. |
En la selva se encuentran nuestros dioses, están nuestros muertos, viven las plantas que nos curan, el agua y los animales que los alimentan, por eso ahí oramos y cantamos todos los días. Chan´Kin Viejo |
Hoy en día los diversos grupos y subgrupos familiares conforman una unidad cultural y lingüística, no obstante mantienen diferencias entre sí, algunos de ellos se encuentran dispersos en una zona de enormes proporciones (comprende más de 650 000 hectáreas) y de difícil acceso. Un grupo se ubica en el norte, entre los ríos Santa Cruz y Santo Domingo, cerca del arroyo Jetha en dos comunidades hermanas: Metzabok y Nahá Cahnsayab, en torno a los ríos Jataté y Azul, aunque es muy probable que existan otros pequeños asentamientos en tan vasta región selvática. El idioma lacandón, según una de las clasificaciones lingüísticas que se le ha dado, pertenece al grupo maya-totonaco, familia mayence, subfamilia yux. Las variantes dialectales al respecto rara vez impiden la comunicación entre los poblados meridionales y septentrionales. Actualmente el número de lacandones no supera las 500 personas, aunque esto es meramente una cifra aproximada, ya que se carece de datos confiables de rigor censal. La mayoría de los rituales y celebraciones mayores que se efectúan tienen como regla general el ofrecimiento de comida, bebida ceremonial, copal y plegarias. Versan en torno a los dioses supremos; divinidades menores, mensajeros de los dioses y seres sobrenaturales; todos estos con diversos atributos relativos generalmente a los aspectos y necesidades de la vida cotidiana, a la interacción con el entorno natural y a la participación de las relaciones sociales de la etnia. Entre los dioses de mayor jerarquía de la zona norte se encuentran: Jashakium, dios creador de los lacandones o verdadero señor; Hach ak yum, K´sin, K´ayom, designado como el dios cantor, y otros; ellos son materializados mediante sahumerios de arcilla donde se quema el copal y a través de los timbales de barro cocido, según cada caso en particular, instrumentos sagrados de uso ritual.
Como parte de esta tradición, presentamos en el fonograma ejemplos de cuatro generaciones de músicos y cantadores de Nahá. Chan'Kin Viejo es el to'ohil de la comunidad, un anciano en el que hoy recae el peso de la tradición, consejero, jefe espiritual y el hombre sabio que tiene amplios conocimientos míticos y rituales. Padre de Kin García, abuelo de K'ayon Segundo y bisabuelo de Chan'Kin y de Arturo K'ayon, respectivamente, Chan'Kin Viejo les ha transmitido los saberes en a construcción de los timbales sagrados, y el vasto acervo de la narrativa oral. Es muy probable que él y sus descendientes patrilineales, constituyan actualmente uno de los últimos reductos de músicos, cantores y rezadores que no quieren destruir a sus ancestrales dioses, es decir, la cultura de los hach winik. |