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   | NORMAS PARA LA
      TRANSCRIPCIÓN YTRANSLITERACIÓN DE TEXTOS
      MAYAS
 En este manual emplearemos en la transcripción
 de textos glíficos las siguientes normas:
 (1) Las transcripciones se representan en
      negrita.
 (2) Los logogramas se escriben en
      MAYÚSCULAS EN NEGRITA.
 (3) Los signos silábicos (silabogramas) se
      escriben con minúsculas en negrita.
 (4) Los signos individuales dentro de un bloque
      glífico van separados mediante guiones.
 (5) Los signos de interrogación se emplean de la
      forma que sigue:
 (a) Dentro de un bloque glífico,
      separados entre guiones para indicar
 que la lectura de un signo es
      desconocida.
 (b) Aislados cuando se pretende señalar
      que la lectura del bloque completo es 
      desconocida.
 (c) Inmediatamente después de un
      logograma o silabograma, cuando la 
      lectura de éstos no está totalmente
      comprobada, o bien es incierta o 
      cuestionable.
 (6) Los fonemas reconstruidos (analizados),
      como son los fonemas que han sufrido elipsis
 fonémica, las fricativas glotales (/h/), las
      paradas glotales (’) y las vocales largas o
 cualquier otro tipo de núcleo vocálico
      complejo, no debe representarse en esta etapa
 del proceso de transcripción. Esta forma de 
      proceder se extiende asimismo a loslogogramas, que deben representarse en su 
      forma más simple. Este convenio de 
      transcripción se conoce como transcripción 
      plana, en el sentido de que se excluyen los 
      fonemas reconstruidos, puesto que se
 considera que no son inherentes a los signos,
      si no que vienen indicados por medio de las
 reglas de disarmonía
 En cuanto a la transliteración de los textos
      mayas, aplicaremos las siguientes normas:
 (1) Las transliteraciones se escriben en itálica.
 (2) Las vocales largas y las glotales que se
      derivan de la aplicación de las reglas de
 disarmonía no van [entre corchetes].
 (3) Los fonemas reconstruidos, basados en
      argumentos internos, paleográficos o
 históricos se representan [entre corchetes].
 De esta forma, lo que obtenemos es una
      transliteración lata, que incluye fonemas
 reconstruidos basándose en argumentos
      internos, paleográficos o históricos, en
 contraposición a una transliteración plana,
      que los excluye.
 Hay varias formas posibles de analizar los textos
      lingüísticamente. Las dos más comunes, el
 análisis morfológico y el análisis gramatical–reciben estos nombres a falta de términos más
 apropiados– se detallan en la página 69. En la
      primera etapa del análisis lingüístico se señalan
 los distintos elementos morfológicos mediante
      guiones; el morfema cero se representa con el
 signo Ø. En la siguiente etapa del análisis se
      proporciona una descripción gramatical de los
 distintos elementos, para lo cual existen diversos
      procedimientos metodológicos, de manera que,
 en el caso de las publicaciones, la elección de
      uno determinado suele hacerla el editor.
 En
        nuestro caso empleamos minúsculas para las
        glosas23 y MAYÚSCULAS para los términoslingüísticos.A continuación mostramos un ejemplo que
        pretende ilustrar el mecanismo que acabamos de 
        describir (1= transcripción; 2= transliteración; 3=
        análisis morfológico; 4= análisis gramatical):
 1. na-wa-ja
 2. na[h]waj
 3. na[h]w-aj-Ø
 4. adornar [-PAS.COM]-TEM-3SA24
 A la hora de traducir los textos mayas debe
        tenerse en cuenta que existen diferentes formas
 de interpretar algunas palabras y oraciones. Es
        muy frecuente encontrar que ciertos textos han
 sido traducidos (o, con mayor propiedad,
        glosados) con bastante rigidez, glosando las
 oraciones palabra por palabra, lo que no
        constituye, per se, una traducción real. Esta
 forma de proceder es en sí misma un método para
        mostrar la estructura de la oración en la lengua
 original, en contraposición a la que presenta en
        la lengua a la cual se está traduciendo.
 El proceso de traducción literal puede dividirse
        en diferentes etapas con diferentes versiones de la
 traducción, que pueden ser más o menos estrictas.
 Teniendo en cuenta que el significado literal de
        una palabra o de una oración puede ser diferente
 en las dos lenguas, el concepto original debería
        estar presente en, al menos, una de las etapas del
 proceso de traducción. Así, en el ejemplo anterior
        la expresión na[h]waj se glosa como “adornar”,
 pero una traducción literal contextualizada podría
        ser, por ejemplo, “engalanar” (una pareja en una
 ceremonia nupcial) o “ataviar” (un cautivo con
        una indumentaria deshonrosa).
 En el ejemplo de la página 69 la expresión “se
        extinguió el aliento de la flor blanca” se emplea
 como una metáfora, o eufemismo, para indicar“él murió”. Para llegar a proporcionar una
 traducción libre como ésta, es necesario
        comprender las especificidades culturales del
 idioma que se está traduciendo, de manera que
        sea razonable “saltarse” los matices que presenta
 la expresión original. En relación con la
        traducción de los nombres y títulos mayas, hemos
 decidido no traducirlos, o hacerlo únicamente con
        los títulos que conocemos con seguridad, pues
 consideramos que los conceptos que representan
        estos títulos no se pueden traducir en nuestro
 idioma con una simple palabra (de hecho, se
        podría escribir mucho acerca de cada concepto
 para intentar aclarar el significado concreto de
        cada título).
 Modus operandi:
 1. Selección del texto.
 2. Transcripción
 a. No se indican los fonemas reconstruidos.
 b. Se emplean minúsculas en negrita para
        los signos silábicos.
 c. Se usan MAYÚSCULAS EN
        NEGRITA para los logogramas.
 3. Transliteración del texto
 a. En itálica.
 b. Todos los fonemas reconstruidos (salvo
        los que provienen de las reglas de
 disarmonía) van [entre corchetes].
 4. Análisis del texto
 a. Se separan los morfemas mediante
        guiones.
 b. Se indican los distintos elementos
        gramaticales.
 5. Traducción del texto, en varias etapas.
 Una vez terminado el proceso, debe volverse al
        texto original en jeroglífico y, siguiendo estos
 mismos pasos, comprenderlo. Eventualmente
        deberá llegarse a un punto en el que es posible
 volver al texto original y entenderlo sin depender
    de nuestra propia gramática.
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